Un día después del conato que sucedió entre el defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, miembros de la prensa y personal del canódromo de la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), la hasta ayer titular de ese centro de retención vehicular, la coronela Ysabel de los Santos, apareció con un yeso en un brazo alegando que tanto ella, como otras agentes, fueron agredidas por una turba durante el referido incidente.

En imágenes enviadas a la redacción de N Digital, se observa como la coronela y otras agentes presentan yesos y vendajes en distintas partes del cuerpo, así como hematomas por supuestos golpes propinados durante el forcejeo con el defensor del Pueblo. Continuar leyendo.