Una mujer de Ravenna (Ohio), en Estados Unidos, se llevó una desagradable sorpresa cunado degustaba una bolsa de frutos secos mientras viajaba en coche con su madre.
La mujer se llevó a la boca un puñado de anacardos sabor ‘Cajú’ y masticó algo duro que rápidamente escupió en la palma de su mano.
En ese momento, la joven encendió la luz interior del coche y descubrió que, lo que reposaba sobre su mano, era un diente humano. Lo peor de todo es que no era suyo. (Seguir leyendo…)