Generalmente, cuando visitamos un nuevo negocio nos llega una notificación de Google preguntándonos nuestra experiencia. Esta plataforma te permite puntuar con estrellas y dejar una reseña contando qué te parece la atención y los productos que consumiste. Muchas personas dejan sus comentarios ahí donde demuestran su agrado o descontento con el lugar. En esta nota, te contamos la historia que se hizo viral de la respuesta de una dueña a una mala reseña.
“Decepcionante en todos los aspectos. Hoy teníamos reserva a las 15:00 y nos han sentado a las 16:00 y porque nosotros nos hemos enfado. Mala gestión del restaurante, comida regulera y el dueño un impresentable, cobrando una ronda que supuestamente era gratis. Nos ha subido el precio de la carta cobrando de más una botella de vino. No volveré”.
“Te levantas una buena mañana, y vas al médico. Te sientas pacientemente a esperar tu turno, y los pacientes van pasando a consulta de uno en uno. Sales del médico y te acercas a la oficina de Correos a recoger un paquete. Coges tu número en la maquinita y esperas pacientemente a que te llegue el turno. La chica de la oficina los atiende por orden, de uno en uno. Luego te pasas por la carnicería a hacer unas compras, pides la vez y haces cola sin rechistar y resignándote a esperar quince minutos a que te atiendan, pues el carnicero no puede atender a más de una persona al mismo tiempo. Después al supermercado, y lo mismo. De uno en uno. En el Ayuntamiento. En la papelería. En la taquilla del cine. Llamas a atención al cliente de tu compañía telefónica y resulta que no pueden atender más de una llamada al mismo tiempo.Luego te toca acudir a tu puesto de trabajo. Aquí la cosa cambia. Da igual que lleguen ocho, veinte, un autobús del inserso (sic) o las legiones del ejército imperial de Marco Ulpio Trajano. Debes apañártelas para servirlos a todos al mismo tiempo. Porque cuando un ser humano posa sus nalgas en la silla de un bar, cada microsegundo que pasa sin tener una bebida en la mano le va hirviendo más la sangre y colmando su paciencia”.