La reciente Operación Discovey desmantelada por las autoridades del Ministerio Público, la organización criminal operaba a través de centros de llamadas “call centers” que estaban compuestos por diversas personas que manejan el idioma inglés, la tecnología y se prestaban para ser agentes operadores que contactan a las víctimas estafándolas y extorsionándolas conforme a un guion previamente establecido por el propietario o administrador del mismo.
El uso de la tecnología ha sido su principal herramienta, toda vez, que utilizan sistemas de redireccionamiento para llamadas simuladas para la comisión del ilícito. Continuar leyendo.