Ya lo decía el ancestral Hipócrates en Sobre los aires, aguas y lugares: el clima afecta a las articulaciones y al dolor de espalda, por culpa de los "humores". Y es una pena que el filósofo no contara entonces con el método científico tan meticuloso del que disponemos hoy día. Si hubiera sido así, habría cambiado esas líneas de su discurso (si es que realmente lo escribió él).
Probablemente son estas fuentes antiguas las que han grabado a fuego en el acervo humano la creencia de que la humedad y el frío afectan al dolor de huesos. Sin embargo, una nueva investigación presentada en BMJ muestra que esto no es cierto. De hecho, no tiene nada que ver con la realidad.
"No importa el enfoque con el que miremos los datos", explicaba para la prensa Anupam Jena, profesor asociado y responsable de política de atención médica en la Escuela de Medicina de Harvard e internista en el hospital general de Massachusetts. "No encontramos ninguna correlación entre el clima y las visitas al médico relacionadas con el dolor de articulaciones".
Esto quiere decir, en sus palabras, que o bien no existe dicha correlación y el frío y la humedad no tienen nada que ver con el dolor de huesos, o las personas que padecen de este tipo de dolencias son una fuente muy poco fiable de información, lo que también puede traducirse en que el dolor que dicen sentir no es importante.
Big Data para estar seguros
Asumamos que la gente no quiere mentir sobre sus dolencias porque sí. En ese caso, solo nos queda pensar que no existe correlación. Pero, ¿cómo podemos asegurarnos de que el estudio es correcto y representa a una buena parte de la población? La respuesta es: números. Efectivamente, hacer estadísticas con muchos números es el método adecuado para asegurarnos de que hay un patrón general.
A día de hoy contamos con muy buenas herramientas para poder estudiar datos de forma masiva. Y los investigadores han aprovechado técnicas de análisis de Big Data para estudiar esta supuesta relación. Lo que hizo el investigador fue analizar los informes de dolencias registrados a partir de las reclamaciones de seguros de once millones de médicos en todo el país durante 2008 y 2011. Estas reclamaciones hacen referencia al tipo de dolencia y enfermedades que aquejan a sus pacientes.
sos datos, cotejados con los días lluviosos (algo registrado en la base de datos del NOAA), indica cuántas visitas por dolor de huesos o de espalda existieron durante dichos días. Pero los resultados indican que no hay ninguna relación. No aumentaron las visitas al médico ni los tratamientos referentes al dolor de huesos durante los días de mal tiempo.
En el estudio se encuestó a los médicos con preguntas concretas al respecto del denominado "efecto lluvia": ¿vienen más pacientes quejándose de las articulaciones los día de lluvia? Los pacientes con patologías reumatoides, ¿vienen más en los días lluviosos? ¿Qué pasa si hay varios días de lluvia seguidos? Pero el resultado es el mismo: nada.
Fuente: Hipertextual